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Indignación entre viajeros del Alvia a Madrid obligados a apearse al subir cántabros de otro convoy averiado

Renfe asegura que aplicó criterios "estrictamente ferroviarios" para "minimizar la incidencia al mayor número de pasajeros" l Los asturianos afectados llegaron al destino con 52 minutos de retraso, por lo que tienen derecho a la devolución del 50% del billete

Indignación entre viajeros del Alvia a Madrid obligados a apearse al subir cántabros de otro convoy averiado

Ceder el asiento a quien lo necesita cuando se viaja en metro o en tren es un gesto de buena educación. Partiendo de este axioma, la cortesía se torna en displicencia cuando esta acción se vuelve obligada y no está acreditada ninguna necesidad. Fue esa sensación de menosprecio lo que ayer sintieron algunos viajeros asturianos del Alvia que salió de Oviedo a las siete y media de la mañana en dirección a Madrid. En Valladolid fueron requeridos para que se bajasen del tren debido a que era necesario hacer sitio a otros usuarios de un convoy averiado. Después, más de un centenar de personas se quedaron durante una hora esperando a que otro tren -en este caso de la clase Avant, que circulan por líneas de alta velocidad de media distancia- los recogiera para continuar marcha en dirección a Madrid.

Renfe asegura que aplicó criterios "estrictamente ferroviarios" para "minimizar la incidencia al mayor número de viajeros posible". La solución decidida por la compañía fue que todos los usuarios con destino a Alicante, independientemente de su origen, continuaran el viaje en el Alvia, para evitarles un segundo transbordo en Madrid. Dio la casualidad de que entre los viajeros que se dirigían a la capital alicantina había un centenar de personas procedentes de Cantabria que participaban en un viaje del Inserso. Pero también había pasajeros asturianos y de otras comunidades autónomas. Renfe decidió, asimismo, que los viajeros que se dirigían a Madrid, entre ellos varias decenas de asturianos, hicieran transbordo en Valladolid. Así se hizo. Estos viajeros tuvieron que esperar cerca de una hora a que llegara el tren Avant que los acercó a la capital de España, a donde llegaron con 52 minutos de retraso, según la compañía. Por este motivo tienen derecho a recuperar la mitad del coste del billete.

La versión que dieron a este periódico varios asturianos afectados fue que el trayecto se realizó sin incidencias hasta Palencia. En esta estación el desplazamiento ferroviario se vio alterado por un contratiempo ajeno: "Se subieron al tren los viajeros de un Alvia que se había estropeado. Un grupo de personas nos dijeron que eran de Cantabria y que su destino era Alicante", explicaron a este diario varios de los asturianos afectados. Un poco más apretados, pero el viaje continuó.

El estupor llegó cuando el tren paró en Valladolid: "Nos pidieron que nos bajáramos y que nos recogería otro tren en una hora. No nos dieron más explicaciones, pero todos entendimos que lo que se pretendía era hacer sitio para la gente de Valladolid ". La solución no fue que esperaran los de Valladolid, que estaban en casa, ni que lo hicieran los cántabros, que al fin y al cabo habían sufrido el incidente con su tren. Fue la comitiva asturiana la que tuvo que asumir la espera. "Casi todos nos apeamos resignados. Fue impresentable".

El centenar de asturianos se aferró inicialmente a un consuelo: "Si el retraso supera la hora la política de Renfe es devolver íntegro el precio del billete", explicaba ayer uno de los afectados. "Dimos por hecho ese desenlace". Una vez reanudada la marcha comprobaron que según el tren llegada a Madrid aumentaba la velocidad. "Al final nos faltaron dos minutos para la hora de retraso", afirmaron.

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